Los Juegos Olímpicos modernos tienen su fundamento en los Juegos Olímpicos antiguos llamados así por celebrarse en la ciudad de Olimpia que eran fiestas atléticas celebradas desde el año 776 a. C.(la fecha más aceptada), y cada cuatro años, en el santuario de Zeus en Olimpia, Grecia. En la competencia acudían participantes de varias ciudades-estado y reinos de la antigua Grecia. El período de cuatro años era conocido como Olimpiada, fue utilizado por los griegos como una de sus unidades de medida del tiempo. Los juegos fueron parte de un ciclo conocido como Juegos Panhelénicos, que incluía también a los Juegos Píticos, los Juegos Nemeos y los Juegos Ístmicos. La modalidad de celebrar competencias y certámenes atléticos tienen un origen más antiguo, con probable datación en la época de la Grecia arcaica, durante el siglo XIII a. C., según se indica en la crónica de Paros, los Juegos Nemeos fueron inaugurados en el 1251 a. C.

Durante los juegos, los conflictos entre las ciudades-estado participantes se posponían hasta la finalización de las competiciones deportivas. Este cese de las hostilidades fue conocido como paz o tregua olímpica. El origen de los Juegos Olímpicos está rodeada de misterio y leyenda. Según el relato del historiador griego Pausanias, el Dáctilo Heracles Ideo (no confundir con Heracles el hijo de Zeus) y cuatro de sus hermanos corrieron a Olimpia para entretener al recién nacido Zeus. Al ganar, Heracles se coronó con una corona de olivo y estableció la costumbre de celebrar la serie de eventos deportivos en honor a Zeus, cada cuatro años.